top of page
  • Foto del escritor: luisj_torres
    luisj_torres
  • 30 nov 2018
  • 2 Min. de lectura


1. Because there, the mind of God is revealed and you can know what He is like.

When I read the Bible I knew that God is spirit (John 4:24), is love (1 John 4: 8), is merciful (Lamentations 3: 22-23), is patient (2 Peter 3: 9), is a man of war (Exodus 15: 3), etc.


2. Because it is their knowledge and revelation that will allow us to renew our mind.

(Romans 12: 1-2)

Before knowing Jesus and his word, your way of thinking was formed from your experiences with that culture. However, the way of thinking of the children of God different.

-The world has told us that love is a feeling because it feels but the truth is that love is a spirit, since it is God himself, not felt but perceived and received by revelation. (1 John 4: 7-8)

-The same way they taught you that it is better to receive but in our Kingdom it is better to give than to receive. For a long time I thought that the best thing that could happen was for someone to pray for me but now I understand that it is better when I pray for others because if I pray to bless others it is because I am blessed and I have so much blessing that I can give others.


(Acts 20:35)

-They also told us: "Revenge is a dish that is eaten cold" but we believe that we have also failed and somehow offended our neighbor so we endure and forgive those who offend us. (Colossians 3:13)


3. Because reading it will help your faith.

The Bible is the compilation of different writings that testify to us throughout history that God did amazing things with different people and in different ways. So if God could do it with them he will also do it with you. In the books of the Bible you will find their testimonies and when reading them your faith will be strengthened. (Revelation 12:11)


4. Because it is a mandate (Joshua 1: 8)

According to what Jehovah spoke to the people of Israel through Joshua the Word of God (in his case The Torah) must be taken very seriously, it is something that must be read and studied frequently to the degree that indicates that Word will NEVER depart from your mouth. It is one of the variables that God himself establishes to ensure that you live in the equation that results in: Blessing.

  • Foto del escritor: luisj_torres
    luisj_torres
  • 30 nov 2018
  • 3 Min. de lectura


¿Alguna vez has escuchado estas frases? “Yo no l@ estoy criticando, solo estoy diciendo la verdad” O cosas como “¿Criticando? ¿Yo? Noooo, para nada solo estamos CO-MEN-TAN-DO, que es diferente”, u otras como “Solo estoy dando mi opinión, esa persona puede hacer con su vida lo que se le antoje” y si es un poco más cínico ha dicho: “Pues es la verdad. Porque la verdad no peca, pero incomoda” o “¿Qué tiene? Esto es crítica constructiva” y cosas similares a estas.


Hoy voy a explicarte el capítulo 7 del evangelio de Mateo que comienza con la siguiente afirmación: “No juzguéis, para que no seáis juzgados” y cómo pudiste ver al inicio de este vídeo todos de alguna u otra manera hemos criticado algo o a alguien. Esta acción en si misma tiene una connotación negativa y Jesús es muy claro en este tema diciendo que no debemos hacerlo.


Juzgar es algo más habitual de lo que imaginamos. Si hay algo que ha caracterizado a nuestra sociedad es eso. Somos buenísimos para hablar mal de otros y juzgar sus acciones o dichos. Sin embargo, es algo contradictorio porque muchas veces solicitamos que, por favor, dejen de juzgar nuestros actos o nuestras intenciones pero no tenemos reparo en juzgar con dureza a los demás.


La mayoría de nosotros nos damos el derecho, sin tenerlo, a juzgar y opinar sobre cómo los demás deberían de pensar, actuar, sentir, o llevar su vida. Pensamos que por ser creyentes e hijos de Dios podemos a la ligera señalar y deliberar sobre el comportamiento (pecaminoso) de los demás, y acostumbramos criticar lo que no encaja con nuestra visión o lo que no entendemos amparados en lo que dice la Escritura pero la verdad es que solo hay un juez y ese es Dios. No te corresponde a ti ni a juzgar porque esto puede dañar a los demás. El daño que causa juzgar es algo que vaya más allá de simples palabras u opiniones. Dejemos de invertir nuestro tiempo en ver lo qué hacen, cómo lo hacen, por qué hacen ciertas cosas las demás personas. Un juicio o critica puede herir profundamente a alguien y esto puede llegar a tener consecuencias inimaginables.


¿Alguna vez te han juzgado equivocadamente? Estoy seguro que sí. ¿Cómo te ha hecho sentir eso? A la mayoría de las personas nos ha hecho sentir fatal. Entonces, la pregunta para ti hoy es ¿por qué si esto te ha resultado incomodo, molesto y hasta doloroso tú lo haces con otros? Jesús nos mandó a amar a nuestro prójimo, no a juzgarlo.


Muchas veces cuando se comparte el evangelio olvidamos decirles a las personas que nosotros no los estamos juzgando y Dios tampoco.


Ciertamente Dios no está de acuerdo con ese comportamiento independiente y autodestructivo que transgrede las leyes que Él estableció para que vivamos en bendición. Habrá un día en el que Dios juzgará a todos por su mal comportamiento pero ese tiempo aún no ha llegado. Este es el tiempo de anunciar la mayor hazaña de amor que el mundo ha conocido, ¿cuál es esa hazaña? Es la del único Dios que tomo la forma de un hombre para dar su vida para salvarnos de la muerte eterna. El no vino a juzgar al mundo sino a rescatarlo.

Así que no uses tu boca para señalar, juzgar o criticar sino para anunciar que él va a regresar… Y cuando el venga tu y yo le vamos a estar esperando.

 
 
 
  • Foto del escritor: luisj_torres
    luisj_torres
  • 29 nov 2018
  • 3 Min. de lectura



Hoy leímos el capítulo 6 del evangelio de Mateo. Este es un texto bastante extenso por lo que no podré explicarlo todo.


Al leer el versículo uno recordé la plática que sostuve con un joven al que le estaba predicando un par de semanas atrás porque me decía que leía la Biblia todos los días pero cuando su familia no lo veía porque tenía temor a que ellos pensarán que lo hacía para que lo vieran.


Escuchar esas palabras me conmovieron y al mismo tiempo recordé que Jesús nos mandó a orar en nuestro aposento con la puerta cerrada para que no seamos vistos por los hombres. También leímos que si damos limosna, que no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, si ayunamos debemos debes ungir nuestra cabeza y lavar nuestro rostro.


¿Qué quiere decir todo esto Luis? Primero, Jesús deja muy claro que como discípulos debemos actuar conforme al Espíritu de Dios y que todo lo que hacemos para Dios tiene una recompensa. Segundo, nos enseña que las cosas que tienen que ver con Dios deben hacerse con el motivo correcto. Tercero, la forma en que hacemos las cosas también es importante en el Reino de Dios.


Conforme a lo que Jesús expuso estos tres puntos se convierten en las condiciones para que nuestras acciones tengan una recompensa de parte del cielo. Pienso que en este punto todos los que me escuchan se están diciendo así mismos: yo todo lo hago para la Gloria de Dios. Sí, yo también lo pensaba.


Al leer las escrituras el Espíritu Santo me llevo a examinar mi corazón y a cuestionarme, ¿por qué hago lo que hago? ¿Cuál es la verdadera intención detrás de lo que hago? ¿Estoy buscando la aprobación de Dios o de los hombres? En este sentido te pregunto a ti, ¿por qué estas orando? ¿En verdad quieres tener una relación con el Padre Celestial o quieres que te saque de un problema mayúsculo? ¿Por qué vas a la iglesia? ¿Para qué tu esposa deje de molestarte? ¿Por qué asistes a la casa de paz o a la célula? ¿Para qué el líder de molestarte? ¿Por qué sirves en ese ministerio? ¿Para que el mentor o el Pastor no te llamen la atención? ¿Por qué das el diezmo a la iglesia? ¿Por qué te presionan o por qué tienes fe en que Dios es tu proveedor? Vamos. Se humilde contigo mismo. No estoy aquí para juzgarte sino para hacerte un llamado de parte de Dios para que seas guiado por el Espíritu, purifiques tus intenciones y actúes sabiamente.


En el libro a los Hebreos en el capítulo 12 versículo 2 se nos enseña que pongamos nuestros ojos en Jesús. Por experiencia personal te digo que es muy fácil perder el enfoque. Jesús desde el inicio de este capítulo que leímos nos advierte que hay hombres que buscan el reconocimiento público.


Todos hemos pasado, estamos pasando o pasaremos por esta prueba. El enemigo vendrá a tentarnos para corromper la obra de Dios en nuestras vidas pero no tengas miedo al rechazo, al juicio o a las críticas. No cedas a la presión del mundo. Mantén puro tu corazón y verás la Gloria de Dios. Tendrás recompensa del cielo. Tu Padre que te ve en lo secreto, en su momento, no en el tuyo, te va a recompensar. Él lo hizo conmigo y también lo hará contigo.

 
 
 
bottom of page